Por Damián Ríos (leído el 15 de junio en la presentación de la novela)

«(…) La tentación sería ponerse a hablar de la memoria, que en estas culturas es hablar bastante de la muerte o de lo que la muerte le hace a la política y en esta presentación voy a elidirla; en todo caso creo que si algo discute la novela de Víctor es la idea de Patrimonio cultural, la idea de Museo y en eso Baquelita es profundamente vital y en ese sentido es política. Si Andrade, en lugar de a la antropología, se hubiese dedicado a la arquitectura, estaríamos hablando de otra novela o peor, no habría novela. Hay un subgénero del policial en que los investigadores no hacen otra cosa que cometer el error equivocado y es sobre esos errores, a los que Andrade está más o menos condenado, que se encabalga la trama que despliega Víctor Goldgel a punto tal de convertirlo en procedimiento.»

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(¡Muchas gracias, Damián!)